Luis H. del Pozo
DOS POEMAS DE LUIS HERNÁNDEZ DEL POZO
PUENTE DE ALCÁNTARA
Estoy mirando al Tajo, enamorado
de un presente feliz; está conmigo
mi realidad sentida y de testigo
la huella permanente del pasado.
Es el mismo paisaje que ha dejado
enterrada la pena. El puente amigo
sigue firme en la arena. Yo le digo
que sé el final del cuento inacabado.
Y lo cruzo – ¿es ayer?- hacia Alijares
y busco aquella acacia verdecida
en la que puse con temblor su nombre.
Y me quitas Toledo mis pesares
mientras sigo contento por la vida
soñando en niño pero siendo hombre.
(de Toledo en el recuerdo)
POEMA 30
El ocaso es de oro, como el otoño.
Como los altos álamos
del agua blanca.
Como la piedra fértil
que alumbra estrellas en nuestros ojos.
El ocaso se viste de sangre y luto
y su oro se queda sobre tu frente.
Voy a besarlo
y se deshace como el rocío
que otrora estaba tibio en mis labios,
claro en tu cara.
El ocaso es de oro
cuando la piedra viva nos da cobijo
y cuando canta
un mirlo solitario cerca del agua.
Después llega la noche
y ya no hay nada.
(de Al calor de la piedra)